La visita misteriosa es una medida objetiva de la calidad de un recorrido cliente – la acogida, el asesoramiento, la venta – en una determinada marca (tienda, restaurante, banco, concesionario, …). El cliente misterioso es quien realiza esta medida siguiendo un escenario de visita, metiéndose en la piel de un cliente anónimo. Su rol: observar cierto número de criterios (la limpieza, la calidad del asesoramiento, …) y evaluarlos tras su visita.
El objetivo de la visita misteriosa es identificar las buenas prácticas y los puntos de mejora, para, al final, ayudar a las marcas a ofrecer buenas experiencias a sus clientes y optimizar la relación. En ningún caso se trata de una herramienta de sanción.
La visita misteriosa puede representar una fuente de ingresos adicionales para la persona que la realiza. Se remunera cada misión en función a la actividad que se realice.